La Lavanda (Lavandula angustifolia) es un arbusto que desprende un aroma intenso y fresco. Esta planta aromática procedente de los países mediterráneos tiene propiedades calmantes para la mente y el cuerpo y nos puede ayudar a restaurar nuestro equilibrio emocional.
¿Conoces sus propiedades?
Se trata de uno de los aceites esenciales con más propiedades por ser analgésica, anticoagulante, antidepresiva, antifúngica, antihistamínica, antiinfecciosa, antiinflamatoria, antiséptica, sedante… Y mucho más!
La lavanda es un aceite esencial rico en ésteres y alcoholes por lo que está especialmente indicada para tratar el dolor puesto que es antiinflamatoria y sedante. Además es un aceite muy eficaz en el tratamiento externo de las lesiones de la piel.
Sus propiedades antivíricas y antibacterianas han sido demostradas in vitro y ha resultado muy eficaz en la eliminación de muchas bacterias y virus responsables de enfermedades respiratorias.
¿Cómo usarla?
1.- Poner unas gotas en el difusor para obtener efectos calmantes en nuestra mente.
2.- Aplicar en quemaduras, heridas, dermatitis o erupciones para ayudar a restaurar la piel.
3.- Aplicar 1 o 2 gotas en el tabique nasal para detener los sangrados o combatir ataques de alergia.
4.- Aplicar en golpes o picaduras para aliviar la inflamación o escozor.
5.- Aplicar en la zona del vientre para calmar los dolores mentruales.
Maravillosa … ¿verdad?
Hasta pronto,